Los mercenarios estadounidenses fueron utilizados para matar a mujeres y niños inocentes en el Medio Oriente, pero no fueron rival contra Rusia y ahora están todos muertos. Los mercenarios estadounidenses fueron utilizados para matar a mujeres y niños inocentes en el Medio Oriente, pero no fueron rival contra Rusia y ahora están todos muertos.

Hasta 300 mercenarios estadounidenses que luchaban por Kiev contra Moscú fueron asesinados en la región de Nikolayev en el sur de Ucrania, afirmó el sábado el Ministerio de Defensa ruso.

“Hasta 300 mercenarios fueron eliminados por un ataque con misiles en el punto de despliegue temporal de mercenarios extranjeros en el área de la aldea de Kalinovka, región de Nikolayev”, anunció el portavoz del ministerio, el teniente general Igor Konashenkov, durante su sesión informativa diaria.

Según los informes, un gran número de combatientes extranjeros han perdido la vida luchando por Ucrania. A principios de esta semana, el ministro de Defensa, Sergey Shoigu, afirmó que las fuerzas rusas y las milicias de las repúblicas de Donbass habían eliminado a más de 2.000 mercenarios extranjeros.

Al 21 de septiembre, 1.000 extranjeros permanecían en las filas del ejército ucraniano, según el ministro, mientras que en abril la cifra se estimaba en 3.000. La huelga del sábado dejaría solo 700, según esos cálculos.

Las fuerzas rusas también mataron a más de 200 soldados ucranianos en la región de Nikolayev, y casi tantos más en la región de Kharkov y en la República Popular de Donetsk, anunció además Konashenkov.

El portavoz militar también reveló durante la sesión informativa que en las cercanías de la aldea de Sergeyevka, en la región sureste de Dnepropetrovsk, un caza ruso derribó un MiG-29 ucraniano que había sido “convertido para usar misiles anti-radar HARM estadounidenses”.

Desde el lanzamiento de la operación militar rusa en Ucrania a fines de febrero, Moscú ha estado advirtiendo a los países occidentales que dejen de “inflar” Ucrania con armas, argumentando que solo prolongaría el conflicto. Sin embargo, tras el reciente anuncio de Rusia de una movilización parcial de reservistas, los partidarios de Kiev, incluidos EE. UU. y el Reino Unido, se han comprometido a mantener o aumentar su asistencia militar a Ucrania.

El viernes, el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, admitió que las fuerzas de su país han estado sufriendo al menos 50 bajas por día.

Afirmó, sin embargo, que el lado ruso estaba perdiendo varias veces más. Los comentarios de Zelensky se produjeron poco después del anuncio de Shoigu de que las fuerzas rusas han perdido 5.937 soldados desde el comienzo de la ofensiva militar. Según el ministro, las pérdidas en el lado ucraniano fueron diez veces mayores, con un estimado de 61.000 soldados muertos.

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