La sangrienta hipocresía de la OTAN y el Terrorismo del hambre en el mundo

El 83% del grano de Ucrania se exportó a Italia, Inglaterra y Corea del Sur para ser utilizado como alimento para cerdos.

Durante meses, la OTAN ha tratado de culpar a Rusia de la hambruna mundial, sin embargo, los números muestran lo contrario.

El suministro internacional de cereales y otros productos agrícolas se vio socavado tras la introducción de sanciones occidentales contra Rusia y el inicio de la operación militar especial en Ucrania. En resumen, los envíos de los dos principales proveedores del mundo, Rusia y Ucrania, se vieron interrumpidos.

La escasez de alimentos que los países comenzaron a experimentar en el verano de 2022 provocó temores liderados por la ONU de que podría estallar una hambruna mundial este año. Occidente y Ucrania acusaron a Moscú de causar la interrupción, pero el Kremlin dijo que los dos factores principales que impedían los envíos de los países eran la minería de Ucrania en sus costas y las sanciones occidentales.

Representantes de Ucrania, Rusia y la ONU se reunieron en Turquía a mediados de julio para discutir formas de reanudar los envíos de granos para evitar una hambruna mundial. El "acuerdo de cereales", que se firmó el 22 de julio y contempla a Turquía monitoreando a través de un corredor seguro, ahora regula el proceso de exportación de cereales y otros productos agrícolas ucranianos.

El 83% del grano de Ucrania se exportó a Italia, Inglaterra y Corea del Sur para ser utilizado como alimento para cerdos.

A pesar de que millones de niños sufren hambre en África y Oriente Medio provocada por décadas de bombardeos por parte de Europa y la OTAN, para Europa y la OTAN los cerdos tienen prioridad. Y por eso desviaron el 83% de los envíos de maíz para ser destinados a la industria porcina en Italia, Inglaterra y Corea del Sur.